La nit del passat divendres el terrorisme va conmoure, una vegada més, el món. Paris s'afegix a Nova York, Londres i Madrid per la magnitut i desmesura de la tragèdia. Després d'aquests horrors no res torna a ser igual. El sentiment generalitzat de refús no deu convertir-se en un xec en blanc a les èlits dirigents. Front al terrorisme cal, certament, una resposta ferma, però també coherent.
Desde Carlistes Valencians
adjuntem unes reflexions del nostre company Pedro Zabala com a
homenatge i record a les victimes, però també com un anàlisi de la
complexitat del fenòmen terrorista.
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La
noche del pasado miércoles el terrorismo conmocionó, una vez más al
mundo. París se une a Nueva York, Londres y Madrid por la magnitud
y desmesura de la tragedia. Después de estos horrores nada sigue igual.
El sentimiento generalizado de rechazo no debe convertirse en un cheque
en blanco a las élites dirigentes. Frente al terrorismo debe haber,
ciertamente, una respuesta firme, pero también coherente.
Desde Carlistes Valencians adjuntamos
unas reflexiones de nuestro compañero Pedro Zabala como homenaje y
recuerdo a las victimas, pero también como un análisis de la complejidad
del fenómeno terrorista.
Autor: Pedro
Zabala
Fue
terrible. Los atentados de París en la noche del 13 de Noviembre
nos sobrecogieron de espanto. En el corazón de Europa, terroristas
suicidas tiñeron de sangre una noche tranquila. El horror y el miedo
se adueñó de nuestros corazones al conocer la noticia. Exactamente
lo que pretendían.
¿Cómo
reaccionar inteligentemente ante la barbarie?. Después de
solidarizarnos con las víctimas y con el dolor de sus familiares y
proclamar que todos somos uno, emplear la cabeza. La tenemos para
pensar, no para embestir. Primero conocer todo lo que podamos. Los
hechos los sabemos en caliente. Y recordar: no son tan insólitos. En
occidente, hubo años atrás, los atentados de las torres gemelas, el
de Madrid, el de Londres, contra los redactores de un semanario
satírico. Y en todas las partes del mundo se han cometido y se
siguen cometiendo crímenes de pareja magnitud e intencionalidad. ¿Ha
empezado el apocalipsis?. ¿No será que barbaries parecidas han
ocurrido desde hace muchos siglos con distintos actores y víctimas,
pero que ahora los conocemos al instante y que los medios de sembrar
el terror se han modernizado también?.
Luego,
acercarnos a la génesis del llamado Estado Islámico que se atribuye
la autoría de estos asesinatos. De esto no tratan los medios
habituales de comunicación que se limitan a bombardearnos de
informaciones, en cuantía tal que casi nos es imposible digerir.
¿Será cierto, como se dice, que en sus orígenes están los
servicios secretos yanquis e israelíes para derribar el régimen de
Al Assad?. ¿Y el islamismo radical y violento que lo nutre no deriva
del salafismo que se predica en las mezquitas financiadas por Arabia
Saudí?.
Conocen
perfectamente la tecnología actual y saben utilizarla. Su empleo de
las redes sociales para difundir su ideología y captar adeptos es
continuo. Muchos de ellos son la segunda generación de emigrantes
árabes que gozan por su nacimiento de la nacionalidad de sus países
de acogida, pero no de igualdad de oportunidades en materia educativa
y laboral, sino que sufren discriminaciones por su origen. Las
sociedades occidentales no los han acogido, sino que viven en ghetos,
Cierto que algunos de ellos han podido cursar estudios superiores en
materias científicas y tecnológicas que luego emplean para el
terror. Y no olvidemos que jóvenes, de raíces claramente europeas,
convertidos al islamismo radical, se han alistado en las filas de
este Califato.
El
Oriente Medio es un polvorín donde no se juega una sola partida de
ajedrez, sino muchas simultáneas y entrelazadas. Entre Rusia y USA
con la OTAN, Israel, Arabia Saudí, Irán, Turquía, Palestina,
Egipto, Líbano, Yemen, el régimen sirio, los kurdos... Entre
religiones: sunitas radicales y moderados, chiíes, cristianos...
Mucho petróleo con las actuales extracciones masivas para abaratar
sus precios. Comercio ingente -legal e ilegal- de armas a cargo de
las grandes potencias. El drama de los refugiados...
De
ahí que no bastan las declaraciones rimbombantes: es la guerra y
responderemos contundentemente. Bombardeos, acciones terrestres,
medidas policíacas, mayores controles no bastarán. Es la hora de la
diplomacia y la política también. ¿Sabrán en aras de la paz y la
justicia sacrificar sus alicortos y egoístas intereses?. ¿O
emplearán el miedo para que cedamos parcelas cada vez mayores de
libertad y garantías jurídicas?.
Hay
respuestas fáciles y contraproducentes que ya están brotando.
Repunte de fundamentalismos de otras religiones que responden con
odio violento a ese fanatismo. Exacerbación de fundamentalismos
laicistas que pretenden arrancar los signos religiosos de la cultura
occidental y recluirlos al interior de las conciencias. Florecer de
nacionalismos xenófobos, capaces de ganar elecciones, de dinamitar
la Unión Europea, de blindar las fronteras de los viejos Estados
nacionales y de expulsar a los emigrantes y sus familiares. Negativa
a acoger a refugiados y demás huídos del hambre y del cambio
climático. Cobardía y cesión por los viejos partidos de las
banderas de la democracia.
¿Hay
lugar para la esperanza?. ¿Seremos capaces de oponer a los
fundamentalismos, fanatismos y fatalismos, el compartir, cooperar y
comprometernos?. ¿Seremos capaces de defender los Derechos Humanos
aquí y en esos países torturados?. ¿Apoyaremos la causa de la
liberación femenina en el Islam y en todo el planeta?. ¿Cambiaremos
nuestra forma de vida para proteger la Casa Común que es la
naturaleza con todos sus seres?.